Las Agencias de rating son aquellas que
califican el grado de solvencia de
los Activos
de Renta Fija. Elaboran su calificación crediticia en base a información
pública y privada ya que disponen de acceso privilegiado a la información de
los emisores de deuda, y por ello en principio sus calificaciones deberían
tener cierta reputación.
ANGEL?
Las Agencias de rating
Ejercen un papel fundamental de señalización en los mercados
financieros. Cuanta más información más eficiente será en principio el mercado
financiero porque mejor se asignarán los recursos. Por tanto, la idea es buena.
Las Agencias de rating
emiten tres tipos de información:
-
Los
Ratings: se trata de las
calificaciones crediticias del grado de solvencia del emisor, la máxima puntuación
crediticia sería AAA, y la mínima de D. Se
presume emisión vulnerable a impago a partir de BB+
-
Las
Perspectivas: cuando existe una
modificación del perfil de riesgo del emisor pero no lo suficientemente fuerte
como para implicar un cambio de rating se alerta a los mercados de un posible
cambio en la calificación (es como un anuncio)
-
Las
Revisiones y observaciones de
crédito: señalan con mayor intensidad cambios que serán muy probables en el
rating del emisor.
EVIL?
La función de
calificación está monopolizada por las archiconocidas Moodys, Fitch y Standard & Poors. En este caso una estructura oligopolística se
traduce en una menor independencia a
la hora de calificar. Por ejemplo si Lehman Brothers (que mantuvo su máxima
calificación hasta días antes de quebrar) se hubiera enfrentado a 15 Agencias
de rating en lugar de a 3, probablemente alguna de ellas hubiera manifestado
una discrepancia con su triple A. Con esto quiero decir que la “captación” de
las Agencias de rating es más fácil cuanto menor sea el número de estas.
Esta apreciación nos lleva al siguiente problema, el llamado conflicto de intereses. Las Agencias de
rating surgieron a principios del siglo XX vinculadas a las empresas del sector
ferroviario y han ido creciendo desde entonces. En un principio eran los
propios inversores los que pagaban por dicha información pero con el tiempo la
función de las Agencias de rating se ha ido desvirtuando hasta el punto de que
en la actualidad más de dos tercios de sus ingresos vienen precisamente de los
emisores de deuda que pagan por la calificación. Como todos podréis imaginar y
tal y como reza el refrán, sería absurdo “morder
la mano que te da de comer”, por ello las calificaciones en ocasiones
difieren de la realidad.
Por último el gran
problema de las Agencias de rating es que a pesar de que sus calificaciones
poseen una grandísima influencia en
los mercados financieros están exentas
de responsabilidad civil por las calificaciones que realizan. El fundamento
legal de dicha exención se resume en que
las Agencias de rating se acogen a la primera
enmienda de la
Constitución americana i.e. la libertad de expresión. Las
Agencias de rating están dadas de alta como agencias periodísticas financieras
y sus calificaciones no son más que “opiniones de experto”. Esta estratagema
legal es una forma de evitar responsabilidades como las que tuvo que afrontar Arthur
Andersen con el caso Enron
SOLUTION?
Es cierto que hasta
ahora las Agencias de rating han tenido un cierto poder especulador al tener el
monopolio de la otorgación de la calidad crediticia sin embargo en Basilea III su
papel se reduce mucho. Pasan a un segundo plano y además se les exige responder
de cada uno de los rating que otorgan.
En otro post ya os
hablaré de lo que son exactamente los acuerdos de Basilea.
Completo mi post con la recomendación de uno de mis amigos: Un futuro Inspector de Hacienda!!
ResponderEliminarRespecto de la primera enmienda, podrías completar el artículo con el fragmento de Inside Jobs en que los consejeros delegados de las agencias de rating testifican ante el Congreso de USA que "are merely opinions"...
http://www.youtube.com/watch?v=zIGThxn_eGk
El problema es lo que tu mencionas, si no pagan los inversores a quién les da información, ¿cómo se pueden fiar?
ResponderEliminarTouché!
EliminarRealmente hoy día ¿Quién se siente verdaderamente influenciado por las agencias de calificación?.Según mi entender aquellos inversores que carecen de un mínimo de conocimientos de economía,que desgraciadamente son bastantes,ya que si no los mercados no se moverían de forma muy irracional.Hoy día con el uso de la informática y comunicaciones que existen, hay ya mucha gente que se puede hacer una opinión propia sin tener que estar pendiente de lo que digan estas agencias.Más que pedir que se creen más agencias,lo que están demostrando es que con el tiempo van a tener poco papel en las decisiones de inversión,ya que muchos pueden hacer juicio propio.
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